No vamos a echarle la culpa a la gente si se preguntan "¿quién compraría hoy un libro de poesía? Si bien aún se mantiene, el mundo poético sigue siendo un espacio de solo los más cercanos. De aquellos verdaderos amantes, y seguidores que lo mantienen vivo. Pero no es este arte el que hoy por hoy resalta, para ello tenemos aquello que vuelve todo "realidad": el cine. ¿Habrá, entonces, posibilidad de encontrar una balanza entre estos dos? ¿Podemos apreciar la construcción del lirismo en el filme?
Y sí, más allá de las producciones Hollywodenses, y las nuevas propuestas de cine de festival, pese a que el contenido sea diverso y se pueda hacer de todo, podemos encontrar poesía en algunas películas. Y no solo por el hecho de "escuchar y poema y ya", sino por la construcción misma en conjunto del material audiovisual. Sea en los diálogos, los tonos, los planos, el sonido, o la historia misma.
Directores como Luis Buñuel, Akira Kurosawa, Pier Polo Pasolini, o Godfrey Reggio con la película documental Koyaanistqatsi (aquí el trailer), entre otros muchos, se han encargado de incluir la poesía en el cine. Pero para poder iniciar a contemplar ello, la película argentina "El lado oscuro del corazón" de Eliseo Subiela es una buena elección. Porque el contenido poético es más perceptible gracias al texto hecho diálogo, y algunos juegos con la interpretación de los actores.
El protagonista, Oliveiro Girondo, le dice a una mujer "Si no saben volar, pierden el tiempo conmigo", pero-en realidad- se lo dice al espectador. Ya no se trata solo de la mujer, sino la audiencia que está viéndolo y escuchándolo, en otro tiempo y espacio, que si no sabes qué es volar, está de más. Quiere decir, que si no te atreves a ver la película traspasando las imágenes y las palabras (en una cúspide emocional): el tiempo está perdido.
Y la segunda opción para ver ese lirismo audiovisual sería "La doble vida de Veronica" del director Kiewsloski, que en este caso no tiene diálogos de poesía recitada, sino que las escenas se convierten en poesía. Pero no solo poesía, sino un arte olvidado, o quizá un arte más visual (que audiovisual) que se convierte en una pieza confusa dentro del filme. Es decir, que podemos ver un cuerpo desnudo, perfectamente, recostado, cual pintura, o podemos ver el mundo a través de una simple canica (¿qué no es eso acaso poesía?).
El protagonista, Oliveiro Girondo, le dice a una mujer "Si no saben volar, pierden el tiempo conmigo", pero-en realidad- se lo dice al espectador. Ya no se trata solo de la mujer, sino la audiencia que está viéndolo y escuchándolo, en otro tiempo y espacio, que si no sabes qué es volar, está de más. Quiere decir, que si no te atreves a ver la película traspasando las imágenes y las palabras (en una cúspide emocional): el tiempo está perdido.
Y la segunda opción para ver ese lirismo audiovisual sería "La doble vida de Veronica" del director Kiewsloski, que en este caso no tiene diálogos de poesía recitada, sino que las escenas se convierten en poesía. Pero no solo poesía, sino un arte olvidado, o quizá un arte más visual (que audiovisual) que se convierte en una pieza confusa dentro del filme. Es decir, que podemos ver un cuerpo desnudo, perfectamente, recostado, cual pintura, o podemos ver el mundo a través de una simple canica (¿qué no es eso acaso poesía?).
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